Mi mamá me platica que a un vecino le está yendo de la patada financieramente hablando. Mucho gusto me da.
El tipo tiene poco de haberse retirado; y aunque recibe de pensión más
dinero del que recibía de sueldo cuando trabajaba, éste no le
rinde.
Cuenta que el haberse retirado fue una pésima decisión. Y no porque amara su trabajo y ahora lo extrañe, no. Más bien amaba los
beneficios extras que únicamente podía conseguir trabajando.
El vecino era Policía Vial. Le gusta comentar que por día sacaba fácilmente entre 1,000 y 3,000 pesos en puras mordidas. Ahora, jubilado pero descansado, sus 12,000 pesotes mensuales nomás no le alcanzan para vivir la buena vida de hombre pudiente retirado.
Que ahora se las vea negras como recompensa por tantos años de ser un corrupto parásito vividor, mucho gusto me da.
martes, 28 de octubre de 2014
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario